En una sociedad basada en el poder, y el dinero, el sexo se convierte en un artículo de lujo cuando se atraviesa una crisis. Hay menos presupuesto para persuadir a la pareja de que se encuentra en el alfa o el omega de su especie y hay más escasez de fondos para buscar relaciones por fuera de ella o de él. Manda el efectivo, el cuerpo, o el cerebro, que puedes poner sobre la mesa, o en la cama, para dar un poco de calor en lo más suave del crudo invierno.
En Madrid, que de sexo entiende un poco por aquello de abundar las jurisdicciones y la autoridad, se celebra en el Centro Conde Duque, desde este miércoles 27 hasta el sábado 30, el Festival La Boca Erótica, donde se presentan cuatro largometrajes y veintiocho cortometrajes de temática sexual y un programa de actividades con talleres, presentaciones de libros y mesas redondas. Un oasis de libertad (erótica) en una ciudad que parece gastar más presupuesto en procesiones y rehabilitación de capillas que en promover la cultura, y el ejercicio, de nuestro siglo.
Para los organizadores se trata de un “festival de artes, creado realmente por artistas y muy alejado del salón erótico de Barcelona”. Una aclaración necesaria en un Madrid en el que a veces hay quien espera la vuelta de Alfredo Landa de Alemania para escuchar sus peripecias sexuales con extranjeras imponentes. “Nosotros proponemos – aseguran – hablar de política y de sociedad teniendo siempre como punto de partida el sexo y disfrutando del mismo”. Un decálogo al que pueden adscribirse la práctica totalidad de los estamentos de la capital, al menos en lo del punto de partida, pero que no lo harán porque en la Villa, de los villanos, y especialmente en la Corte, de los cortesanos, reina el dolor (ajeno) y el sacrificio (del prójimo).
La Boca Erótica incluye cuatro películas a concurso, con un jurado presidido por la bloguera argentina Ane Cé, que se presentarán todas las noches en sesión de 21:30. No se trata de películas pornográficas, sino de historias donde el sexo es el leitmotiv vital de sus habitantes. En Fuck for Forest, dirigida por Michal Marczak, de lo que se trata es de seguir los pasos, a través de documental, de la ONG anarquista del mismo nombre, que se dedica a recaudar fondos para salvar los bosques realizando películas X. Su sitio web es una invitación al amor libre y a practicar sexo por el placer y el irresistible deseo de jugar. Además están abiertos a la incorporación de nuevos activistas, en un grupo que cuenta con una buena cantidad de brasileños, y brasileñas, alemanes, holandesas, italianos, británicas y una española. Aire fresco para despejar las poluciones nocturnas madrileñas.
Klip, de la serbia Maja Milos, tiene, en cambio, un punto de vista que trata el realismo sin discutir ni las reglas ni el campo de juego. Una adolescente de Belgrado asfixiada por sus circunstancias familiares busca en el sexo y en las drogas una vía de escape. No es la típica historia y se incorporan muchos elementos que están ahora en la calle y en las pantallas de los ordenadores. Las chicas que ruedan casualmente porno en digital casero y que, antes de entrar en materia, responden al cuestionario de un desconocido con el que van a tener relaciones, o las princesas de los clubes nocturnos que, a base de maquillaje y desparpajo, mutan sus dieciséis años en el aspecto de tener veinticinco, se introducen en la película. También las redes sociales, el exhibicionismo o las infinitas aplicaciones sexuales de los teléfonos móviles.
Presentada en la Semana de la Crítica de Cannes y en el Festival de Sitges de este año Les rencontres d’après minuit (Yann Gonzalez, Francia , 2013) ha gustado al público, ha excitado al público y ha hecho pensar al público. En el país vecino se compara a su director con Almodóvar, quizás no con el álabe y los colores del director manchego, pero sí con menos prejuicios y más picardía y provocación. Su película trata de una orgía y decimos que trata, y no que consiste, porque lo que cuenta es unos preliminares muy a la francesa donde todos los participantes montan una tertulia en casa para conocerse mejor antes de entablar relaciones. Cuenta en su reparto con la actriz Béatrice Dalle, de Noche en la Tierra de Jim Jarmush o Blackout de Abel Ferrara, y el futbolista Éric Cantona, que ya trabajó con Ken Loach en Looking for Eric. Puede parecer aburrida a priori pero puede ser de utilidad si surge el momento.
La sección oficial concluye con Hammudi Al-Rahmoun Font, un director catalán de padre sirio, que lleva al Festival su film Otel·lo, rodada en tres días y con 15.000€ de presupuesto, lo que viene a ser estructuralmente el resultado del paso del ministro Wert por la cartera de Cultura. Pero la película tiene unas ambiciones distintas a las que le reserva el Gobierno a nuestro cine. En Al-Rahmoun esa limitación “es una gran ventaja, poco dinero es igual a cero presión”, un tópico del que pueden aprender los amantes. La obra, realizada con un reparto no profesional y ambientada en la representación del Otelo de Shakespeare, lleva al límite la ficción a través de un director de escena que pretende sacar lo peor y lo mejor de sus actores por medio, entre otras cosas, del sexo. Conceptualmente es la relación de pareja en el arte contemporáneo entre creador y creación. Y en el terreno mundano ha ganado el Premio del Público en los Festivales D’Autor de Barcelona y en Atlántida Film Fest y el de Mejor Actriz y el de Mejor Film Europeo en el ECU de Cine Independiente de París.
Pero cine de gran formato no es lo único que encontraremos en La Boca Erótica. Viernes y sábado contemplan un calendario de actividades en el que a partir de las 12:30 de la mañana se plantean diálogos necesarios para abordar las relaciones sexuales de un modo en el que no estemos comprando de hecho, con dinero u otras lisonjas, nuestra vida afectiva. El viernes habrá dos en las que no se espera a nadie del gobierno madrileño. “Mundo Ivaginario: sexualidad arte y feminismo”, una conferencia impartida por la trabajadora social Izaskun Zarrandikoetxea en la que se va a hablar de los impedimentos culturales que han sufrido las mujeres para conocer e interpretar su propio cuerpo. Y a continuación “Consecuencias de la sexualidad patriarcal”, con la sexóloga Laura Duran, que aludirá al desequilibrio erótico en los modelos y estereotipos de género. Y el sábado a las 17:30 “Cómo gestionar los celos en relaciones abiertas” cuyo ponente es el colectivo Golfxs con principios y que comienza con algunas de las frases más bellas, y más prácticas, que encontraremos en el festival: “es conveniente antes de empezar, saber realmente qué sentimos cuando sentimos celos. Y saber que sobreviviremos, que no moriremos por sentirlos. Saber que el amor no es algo que se reparte, saber que no corres peligro de quedarte sin él, que puedes vivir en la abundancia constantemente”.
Otra de las actividades es el taller “Sé musa: Acción de ilustración en directo” que es también un concurso de dibujo del festival con el tema “Sexo y Política”, del que los organizadores reflexionan asegurando que “que si Freud y Lacan levantaran la cabeza, encontrarían una explicación razonable para justificar ese afán sexual de sublimación (¿o de sustitución?) en busca y captura de un objeto de deseo superior”. Viene al caso mencionar que fue Freud el primero que definió la adicción como un sustituto de la masturbación, aunque estemos seguros de que La Boca Erótica no pretende convertirnos en politoxicómanos del erotismo institucional, o por lo menos no en admiradores de los y las “cabezas de lista”, sino en elaborados “amateurs”.
Y para finalizar una “sexual perfomance de poesía explícita”, con Pilar LaOtra & AnaSita, para iniciarnos en la lírica del “bondage”, y también la presentación del libro Ethical Slut (Ética Promiscua), de las autoras Dossie Easton y Janet Hardy, editado por el colectivo editorial Golfxs con principios, protagonista de uno de los diálogos de los que hemos citado anteriormente, y que volverá a versar sobre las relaciones abiertas y las diversidades de género, sexo y afectos con “ejercicios prácticos”. En La Boca Erótica el amor es ese consejo fraterno que le damos a un amigo o a una amiga tras una ruptura sentimental, el amor es otra cosa. Y el sexo, si nos olvidamos un rato de los gobiernos, es como escribió Jean Arp “algo que soñaste sobre el índice del cielo / entre los últimos copos de la noche / la tierra que se cubrió de lágrimas de gozo / el día que se despertó en una mano de cristal”
José Ramón Otero Roko
Publicado en el periódico La Marea (Noviembre 2013).